La mañana del pasado sábado 20 de junio parecía no favorecernos con su ya acostumbrado calor provocado por los rayos del sol, pero gracias a nuestra astucia llevabamos con nosotros cerveza, tequila y vodka jajaja. Y aunque hace un par de semanas, las lluvias nos han secuestrado por horas y horas. La ciudad se convierte en una inundación constante. Cierres a la circulación y largas filas de automóviles convirtiéndose en estacionamientos espontáneos.Todo parecía marchar correctamente en las primeras horas de la mañana. Todo tranquilo (a decir verdad). Las calles con normalidad en un sábado común. La verdad es que no había gran información del evento que se tenía previsto en el Zócalo de la Ciudad de México por la tarde.
La gente comenzó a darse cita a medio día. Por las calles colindantes al centro de avenida Reforma comenzaban a correr ríos multicolores, ríos de diversidad sexual. El Ángel de la Independencia, en el corazón de una de las avenidas más importantes del Distrito Federal, se vistió con la gama de colores significantes de la diversidad sexual. La bandera homosexual comenzaba a olearse desde cada uno de los rincones de Reforma.
El contingente que participaría en la fiesta anual de la diversidad sexual ya estaban listos. Voces de aquí por allá, pero todas listas para gritar por los derechos de los homosexuales, lesbianas, travestís, transexuales, transgénero y bisexuales.
¿Quién invitó a los partidos políticos? Se preguntaban una y otra vez los participantes de la marcha gay. Los organizadores les pidieron que se mantuvieran en la parte trasera del contingente; pero como siempre, ellos hacen las cosas como las quieren, mostrando una vez más la anarquía a la que son fieles seguidores. Para ser exactos el PT que hasta una gorrita me regalaron jajaja
En efecto. Las marchas de la diversidad sexual no son actos políticos, sino actos sociales, de exigencia por los derechos a los que todos los seres humanos tenemos —al menos así la concibo de manera personal—.
Así fue como lo vivieron algunos amigos que decidieron sumarse a este acto que viene multiplicándose más y más desde hace treinta y un años. “Parecía un desorden. Todos por su lado. Los partidos repartiendo propaganda en medio del desfile. No tenían vergüenza. Pero como muchos de los que marchan son afectos a dichas asociaciones políticas, pues le daban entrada. Un verdadero caos”.
La lluvia y el granizo empañaron lo que pretendía ser un sábado de caminata por las calles de la ciudad antigua de México. Lázaro Cárdenas y estaba cerrada. Lo mismo Isabel la Católica y un tramo de 20 de noviembre. Se rumoraba que dios nos queria ahogar a todos juntos jajajaja
La lluvia, el granizo y, además, el cierre de calles, provocaron un caos vehicular que nos mantuvo a vuelta de rueda durante más de una hora. Decidimos alejarnos de ahí. No puede ser que se cierre parte de la ciudad provocando otros problemas. En fin. Ésta ciudad ya se volvió la ciudad del caos, por cualquier motivo cierran las calles, ya sean las autoridades o los manifestantes.
Eso si me super diverti en la camioneta osuna jajaja gritando, cotorreando y saludando a los compañeros todos temerosos a mojarse jajaja, me encontre a varios amigos de la universidad, antros y otros lados al recorrer Reforma jajaja
El proximo año sera mejor!!!!
Esta imagen me encanto!!! jajaja
sera cierto??? jajaja
